La certificación EDGE en construcción sostenible es una iniciativa creada por el IFC (fondo monetario internacional), principalmente para mitigar el impacto ambiental debido al crecimiento y a las actividades de construcción de los países en desarrollo. Es claro que la población en general continúa aumentando la demanda de recursos naturales, y más aun, en países donde la gente tiene la necesidad de mejorar su calidad de vida.
Como esta enfocada desde sus raíces, esta certificación pretende atacar y optimizar el uso de los recursos tanto hídrico como energético asociados a la construcción de edificios, esto visto desde tres categorías evaluables, que son eficiencia en agua, eficiencia en energía y eficiencia en energía embebida en los materiales de construcción. Como beneficios asociados a esta certificación de edificios verdes podemos encontrar una metodología clara y algunas herramientas como una aplicación libre y gratuita en línea que permite de forma rápida evaluar el desempeño de los proyectos.
El proceso de certificación es análogo a otras certificaciones existentes en el mercado para edificios verdes, donde se requiere una documentación de estrategias durante la fase de diseño y construcción y una validación por parte de un auditor quien verifica la implementación de las estrategias anteriormente documentadas. En general para lograr el cumplimiento con la certificación en un proyecto de construcción se deben seleccionar e implementar las estrategias de eficiencia en las tres categorías, que mejor van con el tipo de edificio y de esta manera sumar ahorros para superar los umbrales exigidos por EDGE, que desde su concepción son del 20%. Luego de incorporar en los diseños las estrategias seleccionadas, se debe compilar una documentación que será evaluada por los auditores asignados.
Visto de esta manera se hace notar como una certificación concreta y robusta que además cuenta con un reconocimiento a nivel local e internacional bastante importante. Pero no todo esta tan bien con EDGE desde mi punto de vista, y tratare en este articulo los temas que considero han generado mayores contratiempos a la hora de aplicar esta certificación:
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- En primer lugar, se hace confusa su aplicación en Colombia, ya que debido a la resolución 549 de 2015 del ministerio de vivienda, en el país se debe construir edificios apuntando a ciertos porcentajes de ahorro energético y en el uso de agua. Lo cual ha generado que para poder certificar un edifico EDGE en Colombia no se haga con los umbrales de ahorro con los que fue creada la certificación (20% Energía, 20% Agua, 20% materiales), sino con otros, que en algunos casos son de hasta el 40%, siendo casi imposible de lograr así se seleccionen casi todas las estrategias de eficiencia.
- En segundo lugar, es una certificación que se queda corta con el bienestar de las personas que habitan los espacios construidos, y esta claro que no es su enfoque principal, pero si se debe generar conciencia en las personas para decidir qué tipo de certificación aplicar en sus proyectos porque todas tienen intensiones diferentes.
- En tercer lugar, el manejo que se le da a los proyectos residenciales separándolos en tipologías y usando la aplicación con un modelo por tipología, es algo que desde mi experiencia como modelador energético no tiene mucho sentido, aunque no se trate de modelos dinámicos, considero que no es una buena aproximación. Así como que las unidades de vivienda más pequeñas necesiten un poco mas de esfuerzos para alcanzar los umbrales de ahorro, algo que puede entorpecer un proceso de diseño y construcción sin mucho sentido.
- Otro tema que me parece controversial es el costo de los derechos de certificación y auditorias, comparado con otras certificaciones parece ser un poco elevado debido a que solo se están evaluando tres categorías.Considero que estos aspectos se pueden ir mejorando a medida que se vaya actualizando los parámetros de certificación, que esto es algo en lo que se ve mucha actividad por parte del IFC.
Para finalizar considero que es una herramienta muy poderosa, con un impacto bastante grande, que tiene cosas por mejorar claro está, al igual que las demás certificaciones, pero lo mas importante es que las personas y los constructores tengan herramientas y conocimiento para generar edificios cada ves mas eficientes y saludables.